Haciendo amigos

Después de unas cuantas aventuras y desventuras y de largas esperas (en Egipto miden el tiempo diferente. Cuando te dicen “5 minutos” empieza a temblar, porque una hora de espera no te la quita nadie), cambiamos nuestro lugar de estancia situada a las afueras de las afueras de las afueras de Sharm. Vamos, donde estuve alojado hace dos años. Reencuentro con la piscina (una pasada de piscina…) y un gran descubrimiento. Lo que hace 2 años eran casas en construcción y locales vacíos hoy es un centro comercial con muchas tiendas y restaurantes, así que lo primero que cae es un McDonalds, muy apreciado aquí no por su comida (que no esta mal del todo), sino porque dispone de wifi gratis…jejeje. Me pongo al día de todo: Alonso perdió una rueda, Lorenzo y Rossi al suelo, así como hacer una lectura de mails atrasado y chats con Barcelona y con la China (allí está David haciendo un MBA y creo que está las 24 horas conectado y trabajando, sin dormir… jejeje )
Y llega el momento estelar, el momento que todos (y yo, por supuesto) estábamos esperando… la visita la Camel Bar !!! Y que se pide en el Camel Bar… pues la famosa “Camel Burguer”, que sigue siendo la misma de siempre, y que no cambie…espectacular.

Aqui la teneis... la auténtica, la genuina, la inigualable Camel Burguer

Hemos quedado allí con varios españoles que también están en Sharm trabajando (unos de instructores, otros de DJ’s, otros han ido a la aventura) que conoce Vicky. Por cierto, sabíais que el DJ del roof del Camel es español? Después de hablar un buen rato, nos apuntamos a una fiesta que hay cerca del Old Market…donde hay un par de españoles mas y tropecientos italianos. Aquello parecía la hora punta en el metro de Milan (por cierto, nunca he estado en Milan, así que si no hay metro ya me perdonareis). Un buen lugar para conocer a gente interesante y hacer contactos, como al Director de ventas y marketing de Sol Melia en Egipto.
Y de vuelta al hotel, que hay por lo menos 30 km…el taxi a 140, el conductor mirandonos a nosotros, con la musica a toda hostia, Vicky acojonada, yo tocando palmas y el conductor bailando…toda una experiencia. Cada minuto en Sharm es una aventura, hasta algo tan simple como ir en taxi.
Y al día siguiente, pues toca conexión a Internet, piscina y a otra fiesta, organizada por los españoles que conocimos el día anterior y en la playa. Musica, cervezas y conocemos a un par de españoles más que están trabajando por aquí desde hace tiempo. He conocido a más españoles en Sharm durante estos 3 días que durante los 3 meses que estuve aquí hace dos años.

Hay que aprovechar estos días de relax y “semivacaciones” porque dentro de 4 días empezará lo bueno: los safaris, las inmersiones, los briefings, los pececitos de colores los corales, los barcos hundidos… Por cierto, me han dicho que en la zona de Tiran hay un Longimanus (para los no iniciados en el tema se trata de un tiburón gris oceánico, poco común en esta zona y que se caracteriza por sus largas aletas y su manía de no huir de las personas como hacen todos los tiburones, sino que se dedicar a rodearte y a hacer embestidas. Estamos hablando de un tiburón que suele medir más de dos metros, así que la cosa no es de broma…)

Foto cortesia de Vicky, bueno, su única foto del Longimanus

porque se quedo sin bateria en la camara...